Pese a lo que se pueda pensar, no se trata de una broma sino de una planta que entre sus varios nombres tiene ese, “pimiento de monjes”, también conocida como “agnocasto” (Agnus Castus).
Tal vez nadie haya caído en sospechar de este último nombre, pero ya dice mucho, pues tiene que ver con la castidad. De hecho, también se le llama la “árbol de la castidad” Propiedades que se le atribuyen desde la antigüedad.
Solía simbolizar la castidad y la virginidad. La diosa Hera, esposa de Zeus y madre de todos los dioses de la antigua Grecia, nació bajo un agnocasto y copulaba únicamente una vez al año con su divino esposo. Se debe suponer, por tanto, que no le debía faltar esta planta en su dieta diaria… Y para hacerlo todo más virginal, parece ser que después del acto sexual la diosa se bañaba en el río Imbraso, donde recuperaba su virginidad.
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Fuente: Internet |
Volviendo a lo más práctico, diré que el agnocasto se utilizaba en los monasterios de la Edad Media. Concretamente, era utilizado por los monjes en sus comidas, añadiendo unas semillas que daban al plato un sabor picante, con el fin de disminuir su apetito sexual y ayudarles con su voto de castidad. Vemos, por tanto, que con esta planta se incrementaban unos picores y se reducían otros… Aquí tenemos la solución al nombre de “Pimiento de monjes”
Es interesante comentar, por último, que el agnocasto se utiliza en medicina alternativa para tratar varios problemas ginecológicos. Además, los ensayos clínicos han demostrado que tiene efectos benéficos en el tratamiento del síndrome premenstrual.
¡Todo una planta!
Emilio Muñoz
Curiosidades