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domingo, 12 de mayo de 2024

¡HOLA VIDA…! ¡HOLA AMOR…!


Del vídeo
Una niña y un animal… Realmente somos los adultos quienes lo complicamos todo, pero no por reflexionar, ni por filosofar, ni por detenernos en los pequeños y maravillosos detalles que nos regala la vida. Al contrario, por no pensar suficientemente sobre lo que es importante y lo que es superfluo, lo que es bueno y lo que es malo, lo que ilumina el camino de la felicidad y lo que oscurece nuestra existencia…

Todo es curiosidad en este maravilloso vídeo: La niña saluda y el delfín se detiene a saludarla. La niña habla moviendo la boca y el delfín mueve su boca, como imitándola. El delfín no tiene problema en ponerse a su altura y utiliza su aleta caudal (la de la cola) como pies, para apoyarse en el suelo de la piscina.

Maravilloso ejemplo, y lección, el que nos dan estos dos deliciosos seres, a los que consideramos inferiores: a la niña por no estar educada en todos nuestros absurdos condicionamientos; al delfín, por ser un animal sin nuestra superior capacidad de razonar. Lo que me pregunto es para qué nos sirve la razón si nos dificulta disfrutar de la vida…

¡Hola vida…! ¡Hola amor…!


Emilio Muñoz
Curiosidades


(por Humankind)



viernes, 10 de mayo de 2024

LA FUNCIÓN DEL PIMIENTO DE MONJES


Foto de Griffin Taylor en Unsplash
Pese a lo que se pueda pensar, no se trata de una broma sino de una planta que entre sus varios nombres tiene ese, “pimiento de monjes”, también conocida como “agnocasto” (Agnus Castus).

Tal vez nadie haya caído en sospechar de este último nombre, pero ya dice mucho, pues tiene que ver con la castidad. De hecho, también se le llama la “árbol de la castidad” Propiedades que se le atribuyen desde la antigüedad.

Solía simbolizar la castidad y la virginidad. La diosa Hera, esposa de Zeus y madre de todos los dioses de la antigua Grecia, nació bajo un agnocasto y copulaba únicamente una vez al año con su divino esposo. Se debe suponer, por tanto, que no le debía faltar esta planta en su dieta diaria… Y para hacerlo todo más virginal, parece ser que después del acto sexual la diosa se bañaba en el río Imbraso, donde recuperaba su virginidad.

Fuente: Internet
Volviendo a lo más práctico, diré que el agnocasto se utilizaba en los monasterios de la Edad Media. Concretamente, era utilizado por los monjes en sus comidas, añadiendo unas semillas que daban al plato un sabor picante, con el fin de disminuir su apetito sexual y ayudarles con su voto de castidad. Vemos, por tanto, que con esta planta se incrementaban unos picores y se reducían otros… Aquí tenemos la solución al nombre de “Pimiento de monjes”

Es interesante comentar, por último, que el agnocasto se utiliza en medicina alternativa para tratar varios problemas ginecológicos. Además, los ensayos clínicos han demostrado que tiene efectos benéficos en el tratamiento del síndrome premenstrual.

¡Todo una planta!


Emilio Muñoz
Curiosidades

martes, 7 de mayo de 2024

¡EL TELESCOPIO FUE INVENTADO POR UNOS NIÑOS!


Fuente: Internet
El primer telescopio (palabra formada desde las griegas “mirar” y “lejos”) fue construido en 1608 por el fabricante de lentes e inventor nacido en Wessel (entonces Alemania) Hans Lippershey (1570 – 1619), de quien se dice que, además, inventó el primer microscopio (“mirar”, “pequeño”) antes que Zacharias Janssen (1585 - 1632), a quien le es atribuido. Lippershey solicitó la patente ante las autoridades neerlandesas, pero le fue denegado.

El caso es que se dice que Lippershey se inspiró al comprobar cómo sus hijos jugaban con unas lentes suyas dañadas. Concretamente, vio que ponían en línea dos lentes para contemplar más grande, a través de ellas, aquello que querían ver más cercano y con mayor detalle.

Si fuera cierto, habría que reconocer que fueron unos niños los inventores del telescopio, aunque ni siquiera fueran conscientes de tal evento.


Emilio Muñoz
Curiosidades

lunes, 29 de abril de 2024

LA DUDA… (una prueba de edición del blog)


“Surgiste de ti mismo; de tu misma
sombra fecunda, intacto y desgarrado
en alma viva...”

Dulce María Loynaz (1902 – 1997)
De “Yo te fui desnudando de ti mismo…”


El tiempo
atrapa la duda:
¿Quién soy yo?
¿Quién eres tú?

Photo by Jovis Aloor on Unsplash
¿Me conozco…?
¿Te reconozco…?

¿Tendré tiempo para vivir
si no me busco,
si apresuro los minutos
sin detenerme a reflexionar
sobre mí mismo y mi vida…
tu vida?

¿Nos dará tiempo a amarnos
si no nos reconocemos
y compartimos lo que somos,
si no nos detenemos
y charlamos, sin prisa,
en medio del silencio…
componiendo sinfonías
con palabras y gestos,
mirándonos a los ojos
con profundo afecto?